El tratamiento osteopático se basa en la manipulación del cuerpo abordando los tejidos blandos así como las articulaciones con el fin de restablecer o equilibrar el funcionamiento normal del cuerpo.

Se realiza tanto a nivel estructural como a nivel visceral, teniendo efecto sobre todos los tejidos, siendo de especial interés el tejido conectivo (incluyendo los ligamentos viscerales y las fascias neurovasculares).

Es la única especialidad sanitaria que trata las tensiones craneales.

La osteopatía ve al cuerpo como una globalidad considerando todas las partes interdependientes, por tanto no solo será importante la zona a tratar sino todas aquellas que tengan relación directa o a distancia.

La base del tratamiento osteopático está en equilibrar el cuerpo a tres niveles:

  • A nivel mecánico: equilibrar tensiones de las estructuras tanto estructurales como viscerales,
  • A nivel fluídico: mejorar el aporte arterial así como mejorar el drenaje venoso y linfático,
  • Y a nivel neuroendocrino: mejorar la función del sistema nervioso autónomo -responsable de todas las funciones involuntarias del cuerpo como la digestión, el ciclo menstrual,…- y de los ejes hormonales).

Cómo puede ayudar la osteopatía para quedarse embarazada y regular el ciclo menstrual: zonas de acción sobre la patología ginecológica

Teniendo en cuenta los tres niveles a equilibrar, las zonas de tratamiento serán las siguientes:

  • Zona Craneal: Relacionada básicamente con el sistema neuroendocrino. Esta zona es fundamental para mejorar la relación del eje hipotálamo-hipófisis, esto se consigue abordando las restricciones craneales y liberando las membranas craneales. Por tanto, es una zona de especial atención en alteraciones del ciclo e infertilidad por ser la zona que contiene el hipotálamo y la hipófisis como productores de FSH y LH, y producción también de la Prolactina y el ACTH, que como hemos visto puede alterar la función normal relacionado con las causas emocionales.
  • Zona pélvica: El sistema ginecológico tiene inserción directa o indirecta en la pelvis ósea. Por tanto, una restricción en la pelvis se traduce en una restricción y falta de movimiento normal de las estructuras internas. El osteópata tendrá especial interés para eliminar posibles alteraciones o restricciones en el complejo osteo-articular pélvico. En la zona pélvica es importante valorar la posición uterina por su importancia en la fertilidad. La posición puede verse afectada por problemas colindantes y adherencias (ya sean postinflamatorias como quirúrgicas).
  • Por tanto, el osteópata especializado en uroginecología valorará las diferentes posibilidades de fijación del útero (“posición”, “versión” y “flexión”), para mejorar la relación entre el cuerpo y el cuello del útero para facilitar el paso de los espermatozoides, y la posición dentro de la pelvis, liberando o flexibilizando así las tensiones y adherencias.
  • Zona toracoabdominal: Es una zona importante a nivel de las presiones intracavitarias tanto a nivel torácico como abdominal y pélvico, ya que puede alterar mecánicamente y fluídicamente las zonas reproductivas.  Si existe mucha presión torácica puede afectar a la mala función del diafragma y a su vez a la presión abdominal. Esto se traduce en un aumento de presión por la parte superior en la zona pélvica y de sus órganos.
  • Zona fascial cervical: La fascia cervical media (de las diferentes capas fasciales que hay en el cuello) está en relación con la Glándula Tiroides y mejorar las tensiones de las fascias cervicales implica una mejora en la vascularización de la glándula y por tanto una mejor función.

Beneficios de la osteopatía sobre las patología ginecológicas

Muchas de las patologías de la pelvis en general y ginecológicas en particular pueden mejorar total o parcialmente si se abordan con el triple enfoque, mejorar la parte mecánica, mejorar la parte fluídica (tanto de irrigación, drenaje venoso y linfático), y mejorar el eje neuroendocrino.

Por tanto, el tratamiento osteopático es muy efectivo para:

  • La dismenorrea,
  • La dispareunia,
  • Llas alteraciones del ciclo menstrual,
  • El dolor pélvico crónico,
  • El síndrome de ovarios poliquísticos,
  • La infertilidad funcional,
  • El vaginismo,
  • Las vulvodinias

y es bastante efectivo en:

  • Endometriosis
  • Cistoceles,
  • Rectocele,
  • Además de servir como ayuda a la FIV.